martes, octubre 09, 2007

UNA SEMANA EN CHINCHA - PUEBLO NUEVO

Lunes 17 de Setiembre del 2007 acompañada de la Hna. Dolores Franquello llegue al terminal donde encontré a la Hna. Regina religiosa de Notre Dame, poco a poco van llegando las demás; son las 7:00 a.m y es hora de partir hacia Chincha Alta somos 7 hermanas de cinco Congregaciones, la Hna. Rosa Velarde ya nos espera en el lugar.

Tres horas de viaje y estamos en la casa de las hermanas de San José de Pembroke, después de la bienvenida y de haber tomado un café preguntamos ¿En qué podemos ayudar? Y al no tener respuestas claras iniciamos a organizarnos entre nosotras.

La Hnas de San José nos mencionan tres Parroquias: Cristo Rey, Sunampe y Fátima, al azar nos unimos, me toco con la Hermana Liz de los Sagrados Corazones dijimos Cristo Rey (se ubica en el Distrito de Pueblo Nuevo, tiene 14 Zonas y muchos de ellos son Unidad Popular de Interés Social –UPIS o AAHH ).

Salimos en seguida de la casa de las Hermanas rumbo a la Parroquia de Cristo Rey para presentarnos al Párroco y ver donde nos quedábamos, él estaba en una reunión. Encontramos a una religiosa, la Hna. Lida, nos presentamos como religiosas de CONFER y que veníamos a ayudar en lo que sea necesario, ella habló de hacer un trabajo en la atención y asesoramiento espiritual de los comedores Populares que se están formando por la fusión de las ollas comunes, sin embargo la coordinación no fue efectiva ya que después de esta conversación nos quedamos en el aire sin saber quién nos iba a presentar a las coordinadoras de los comedores.

Después de la espera por fin con el Padre Carlomán-OMI Párroco de Cristo Rey nos presentamos y le manifestamos nuestra disponibilidad para lo que sea. Mientras conversábamos una de las coordinadoras de sector salía a distribuir ropas y botellas de agua en un camión a una de las UPIS y el Padre nos invita a participar de ello.
En esta primera salida nos dio pena ver la forma como lo hacían sin ningún criterio de organización, con la premura de terminar rápido dejaban a pocos mucho y a muchos poco, vimos a la gente descontenta y reclamando que no le había llegado y verdaderamente a muchos ese día no les llegó nada.

Regresamos a la parroquia, el Padre Carloman nos invita a hospedarnos en su comunidad. Por la tarde, ya en la Comunidad OMI, sin saber “que hacer” decidimos salir con Liz a caminar por las calles llenas de desmonte y nosotras con muchas interrogantes, sentimientos encontrados ante la situación que presenciábamos nos dijimos si no hay “chamba” buscamos con la gente por ejemplo: en una de las ollas comunes nos presentamos y ayudamos a cocinar, conversamos y simplemente estamos con la gente. Nuestra oración de la tarde fue poner lo vivido ese día.

El Martes nuevamente en la parroquia, allí paradas pidiendo trabajo, y apareció este, ayudamos al grupo de jóvenes voluntarios a cargar cajas leche, atún y bolsas de avena para desocupar el templo, que hasta ahora había servido de bodega; y ya iniciaba con la reconstrucción de las dos torres dañadas, después de esto volvimos a salir con el camión cargado de ropas y agua a otra UPIS, en esa zona la coordinadora lo tenía mejor organizado y nos unimos a ella con un grupito de tres señoras y dos jóvenes en la selección, embolsamiento y entrega de ropa y agua. En la selección ¡sorpresa!, había ropa rota, sucia e inservible, de manera que había que seleccionar de lo peor, lo menos peor, y nos decíamos como puede haber gente que dé estas cosas, piensan que por ser necesitados y pobres reciben todo. ¿no piensan en su dignidad de seres humanos?

Una vez hecho las bolsas de ropas contratamos un taxi para la distribución casa por casa, de esta manera no dejar ninguna familia sin su bolsa. Como no terminamos con la entrega y nos falto ropa continuamos al día siguiente.

El jueves, nos fuimos a otro UPIS, donde encontramos otro panorama pocas casas caídas, sin embargo se ve necesidad, un día antes llevamos los sacos de ropas y dejamos en el local comunal, nos pusimos de acuerdo con ocho mujeres para realizar el trabajo en equipo. La experiencia del día anterior nos ayudó, esta vez el trabajo fue más ágil, tuvimos la satisfacción de haber presenciado un trabajo honesto, gratuito y ordenado, de parte de las mujeres, lo cual lo resaltamos.

Por la tarde con Rosita que es la señora que cocina en la casa de los hermanos, fuímos a visitar a cuatro “familias”, las cuatro coincidentemente marcadas por el dolor de la enfermedad y además de los desastres del terremoto, escuchar a cada una, fue para nosotras una experiencia de fe y un regalo de Dios.
El Viernes nuevamente a entregar ropa ahora al sector 9, cada experiencia fue diferente a pesar de ya tener experiencia de los días anteriores, lo cual reflejaba la organización o desorganización que había en los sectores. Aquí luego de un pequeño inconveniente, finalmente terminamos de entregar la ropa, nuestro equipo fue mixto 5 mujeres y 2 varones.

El sábado 22, prácticamente el último día, también nos tocó entregar ropa ahora al sector 8, un sector difícil por los antecedente del coordinador, bueno al menos eso fue lo que nos dijeron, ya en su casa sabíamos que teníamos que iniciar escuchando a Don Alberto y fue bueno, él pudo expresar su sentir. Fue una oportunidad de reconciliación. Y en seguida nos pusimos manos a la obra, gracias a Dios tuvimos buen resultado.

Por la tarde volvimos a hacer la visita a dos de las personas que habíamos visto dos días atrás. Mochita (así le dicen de cariño) y Luisa, dos mujeres que tuvieron derrame cerebral y están postradas en cama y que siempre las recordaremos en nuestras oraciones.
El día domingo día en que regresábamos, nos unimos a la celebración por la juventud que organizó la parroquia de Grocio Prado, participamos en la Eucaristía y luego en un pequeño festival de canto y oración, donde estuvo la hermana Glenda y distintos grupos de parroquias.

Gracias hermanos de Chincha por poner su confianza en nosotras en cada uno de los repartos, sabían que todo iba a llegar a sus destinatarios.
Gracias por celebrar cada día la vida a pesar de los horrores vividos y tener esperanza en un nuevo mañana, gracias hermanos Oblatos por la hospitalidad, gracias Liz por el buen duo, gracias Hna. Hilda por la oportunidad y gracias a mi comunidad que me suplieron con mucho ánimo en esta semana de ausencia por Arequipa.
Maribel

2 comentarios:

  1. Anónimo12:11 p.m.

    Haceis un trabajo excelente!!!supongo que a veces pensareis q las dificultades son mayores que las recompensas que podais recibir...pues desde España...solo decios q NADA DE ESO...q sigais caminando, q sigais dandonos ese ejemplo de amor al prójimo y que sigais estando al lado de los que más os necesitan.
    ANIMO Y ADELANTE!!

    Noe

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  2. Anónimo12:28 p.m.

    Os felicito por el trabajo tan solidario y fraterno de cercanía en medio de la gente y también por el intercambio que habéis tenido con otros agentes de otros poblados a la hora de establecer criterios para repartir las ayudas... que esto nos sirva y les sirva para futuras acciones.
    Animo y Adelante!!!
    Que Dios os bendiga.

    Puri.

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