sábado, febrero 28, 2009

TESTIMONIO DE MÓNICA

CELEBRACIÓN DE SUS BODAS DE PLATA

En una fecha como hoy, hace 25 años, fue un día el más maravilloso en mi calendario, fue cuando profesé mi SI a Dios; entonces estaba mi madre que ahora desde el cielo, sin duda, está haciendo fiesta conmigo.
En estos 25 años, puedo decir que el Señor ha estado siempre conmigo, fiel a su promesa de no abandonarme nunca, como en toda existencia con sus luces y sombras, ha habido de todo y por sobre todo la fidelidad de Dios que no falla. En el dolor me ha dado el consuelo, en la fragilidad ha sido mi fortaleza, en la soledad ha sido compañía, en mis errores ha sido el perdón, en mi necesidad ha sido atención.
Me ha hecho experimentar y gozar su oferta del ciento por uno, tengo un hermano, pero siempre deseé hermanas y me ha regalado muchas, me ha hecho sentir madre para tantos que ha puesto en mi camino, me concede el regalo de tener a mi padre sano y el contar con la familia que me garantiza en mi tía Alicia.
Cuando he podido hacer brotar una sonrisa, dar una mano, levantar al caído, ayudar a sanar una herida, he sentido que Dios sigue haciendo sus maravillas.
Dios lleva siempre la iniciativa, con los años he aprendido que El es todo ternura, que no se cansa de nosotros, que nos busca y nos espera, que ni siquiera pretende que le amemos, por nuestra parte lo único que cabe es dejar que nos ame como El quiere. Su voluntad es que seamos felices, que no nos quedemos en el camino, no nos quiere divididos, porque en su corazón cabemos por entero.
Pudo haber llamado a mujeres mejores, pero ha querido hacer historia conmigo a pesar de mis resistencias, esta vocación es un regalo de su parte, es el tesoro suyo puesto en mi corazón de barro.
Ahora mismo estoy aquí como un milagro, no puedo extenderme mucho, pero tengo que decirles que nunca pensemos que la enfermedad nos la manda Dios, lo que El hace es darnos la fuerza para enfrentarla, cuando lo dejamos entrar en nuestras situaciones dolorosas, todo lo que El quiere lo hace, para Dios nada es imposible.
Quiero agradecer a Dios por mis padres que han apoyado mi vocación, por mis compañeras de curso por su cariño a lo largo de los años, por los amigos que me han enriquecido con su amistad, por mis alumnas que me motivaron a seguir buscando hasta encontrar mi lugar, por los apoderados que me confiaron sus hijos, por la Congregación que me ha acogido y por las Hnas. que tuvieron la paciencia de acompañarme en el proceso de mi formación: Hna Vicenta, Eugenia Temiño, Pilar Bernardo. Quiero también dar las gracias a nuestra Hna Provincial: Hilda Dávalos que ha venido del Perú solo por acompañarme.
Dar gracias a Dios porque me ha sido FIEL, totalmente fiel a lo largo de estos años…
Cada uno de los que han venido aquí trae un trozo de mi historia, una parte de mi vida. Por todo esto y por mucho más, los que hoy me acompañan, no podían faltar. Ayúdenme a DAR GRACIAS A DIOS POR SU FIDELIDAD.