viernes, agosto 17, 2007

TERREMOTO DE 7.5º EN EL PERU EL 15 DE AGOSTO 2007

En la tarde del 15 de agosto, del año en curso, día de la Virgen de la Asunción, de un momento a otro sentimos que la tierra se movía, desesperadas salimos al patio, Sor Heli corrió hacia el tercer piso, a su pao le dijo al portero ¡Nico, mi mamá! Al punto ambos subieron en pleno movimiento. Nico cargó a la señora y en unos instantes los tres estuvieron en el primer piso, dando gracias a Dios. Enseguida Heli se fue corriendo a ver a Sor Alida quien felizmente estaba tranquila y serena en su cama.

Por otra parte la Hna. Rosa Pinto que salía asustada de su habitación, segundo piso, se encontró en el pasillo con la Hna. Luz Lévano, le abrazó y le dijo, ¡bajemos, bajemos hermana!, y ella no quiso moverse, entonces Sor Rosa se dijo a sí misma: bueno, aquí moriré acompañándola, y se quedó.

Después de una breve calma entramos al comedor y compartimos nuestras experiencias de apuros, sustos y clamores a Dios.

En esos momentos llegó la Hna. Provincial Hilda, aver cómo nos encontrábamos, su presencia nos confortó.

Las réplicas seguían, las comunicaciones telefónicas se interrumpieron; las radios informaban que se había producido un sismo a las 6:40 pm, durando cerca de tres minutos, el epicentro localizado era en el departamento de Ica.

Al torcer día comenzamos a desprendernos y recolectar ropa y víveres para los damnificados, nos solidarizamos con ellos llevando de inmediato un buen paquete de ropa buena, víveres y pequeño aporte económico a un trabajador cuya familia quedó sin vivienda en el epicentro del terremoto.

En nombre de la comunidad de Barranco y del pueblo peruano dejamos constancia de nuestro profundo agradecimiento al Gobierno General, en nuestras hermanas Inmaculada Vicente y María Antonia Fernández por su cariñosa compañía entre nosotras, quienes vinieron de tal lejos, España, y nuestra gratitud, a todas las hermanas en general que de una y otra manera se han hecho presente desde los primeros momentos de esta tragedia, especialmente con la Hna. Luz Lévano cuya familia vive en Ica y no ha sufrido daño en su vivienda, gracias a Dios.

Gracias por el amor que nos han hecho sentir con sus preocupaciones. Gracias por la ayuda económica a favor de los desafortunados por el efecto del terremoto.
GRACIAS FINALMENTE A DIOS NUESTRO SEÑOR POR TODO EL BIEN RECIBIDO
Barranco, Agosto 2007.

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